El precio promedio de un quilate de diamantes extraído el año pasado en Namibia fue de 517 dólares, para colocarse como puntero en ese reglón, mientras que Brasil fue tercero, según datos del Proceso Kimberley (un sistema de certificación).
Namibia extrae los diamantes literalmente del fondo del océano, gracias a lo cual la mayoría tiene la calidad de gema, y de ahí que su precio siempre ha sido uno de los más altos del mundo: 517 dólares un quilate en 2023, frente a los 601 dólares del año precedente.
Liberia ocupa el segundo lugar con el precio medio de un quilate, 323 dólares (-19%), mientras que Brasil cierra el trío de los líderes con 318 dólares (+66%).
Dentro de los cinco primeros están Mali, cuyos diamantes costaban 703 dólares por quilate en 2022 (primero), pero después bajaron hasta 304 dólares, y Lesoto, donde el costo de los quilates extraídos disminuyó en un 34%, hasta 294 dólares.
Entre los 10 primeros también figuran Sierra Leona (195 dólares), Tanzania (163 dólares), Angola (157 dólares), Guyana (150 dólares) y Sudáfrica (135 dólares).
Rusia logró en 2023 una subida del 14% del precio de un quilate, hasta los 97 dólares, que es su indicador máximo desde 2015. Lo mismo cuesta un quilate de diamantes extraídos en Canadá, aunque allí el preció bajó un 16% en un año.
Los diamantes más baratos del mundo se extrajeron en la República Democrática del Congo, su precio medio era de ocho dólares solamente, y en 2022 era aún más bajo, solamente siete dólares por quilate.
